Como te contaba el otro día, la noche del 20 de octubre en RTVE salió un corte en las noticias acerca del porteo en el que salía nuestra alumna de la Formación Continuum, Esmeralda.

Y como ya comenté lo bueno que es que en los grandes medios cada vez sea más visible el porteo, hoy quiero comentar contigo la «parte mala» del vídeo. Muchas compañeras han comentado que la gente se ha quedado con que el traumatólogo dice que es perjudicial. Por cierto, que del traumatólogo no ponen nombre ni nada*…

Realmente, quien dice que puede ser perjudicial para la madre es la periodista. Lo que dice es que «Algunos traumatólogos recomiendan no excederse en el tiempo» y que «conforme el bebé gana peso y movilidad puede ser perjudicial para la madre». Luego sale el señor de la bata blanca, que como te he comentado, no identifican con nombre ni con profesión*. Y dice que «lo que sufre es la columna dorsal» y que «conviene fortalecer la musculatura de la espalda y la del abdómen».

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Voy a ir repasando estas frases, y dándoles respuesta:

«No excederse en el tiempo» y «conforme el bebé gana peso y movilidad puede ser perjudicial».

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Como te decía, esta frase la dice la periodista que, como demuestra al ponerse la bandolera, no sabe mucho de porteo ni portabebés. Eso me parece normal, no creo que un periodista tenga que ser experto en tooodo lo que documenta, pero sí que creo que debería informarse bien antes de preparar el documental: la sensación que a mí me queda es que la línea argumental ya estaba decidida y que los cortes se adaptaron a esa idea preconcebida con la que se enfrentó la noticia.

En fin, vamos al meollo. Efectivamente, llevar mucho peso durante mucho tiempo puede ser perjudicial para nuestro cuerpo. Y llevarlo mal, también. He estado buscando información técnica acerca de cuánto peso puede llevar una persona, porque yo tengo mi experiencia y la de otras familias porteadoras, pero quería saber qué dice la ciencia.

La verdad es que la información que se encuentra es sobre ergonomía en el trabajo, quizás en alemán sea más fácil encontrar información acerca de estudios sobre porteo con niños grandes, pero en español e inglés, no lo he encontrado. Pero los conceptos básicos estoy segura de que son comunes. En cursiva, los textos citados de este documento.

Muchas lesiones como hernias o lumbagos son consecuencia de esfuerzos anormales o de mala posición del cuerpo al efectuar movimientos. Habitualmente se atribuyen a esfuerzos excesivos en la manipulación de cargas (se considera «carga» cualquier elemento susceptible de ser movido y que puede ser animado o inanimado), olvidando que permanentemente cargamos con nuestro propio cuerpo. Se estima que soportamos estando parados una presión de 9 Kg./cm2 en los discos lumbares y de 63 Kg./cm2 cuando nos agachamos. Si nos referimos a los puntos de apoyo del arco plantar de los pies, esta presión también es muy elevada.

Las características funcionales de la columna le permiten una carga física de trabajo limitada y si este límite se excede hablamos de sobreesfuerzo. Las consecuencias pueden ir desde la simple fatiga de los músculos y ligamentos que sostienen la estructura ósea hasta las fracturas de las vértebras.

Y hago un inciso. Efectivamente, todo tiene impacto en nuestro cuerpo, y el orden es ese, primero músculos y ligamentos (tortículos, «nudos» musculares, esguinces, etc.) y si no se corrige, o con un gran impacto, se puede llegar a afectar la estructura ósea (fractura, hernia discal, y otras alteraciones).

En el porteo no tenemos impactos tan fuertes como para afectar puntualmente a la columna, pero sí hacemos un esfuerzo repetitivo diariamente y, según el número de hijos y el tiempo que le porteemos a cada uno, sostenido en el tiempo. Así que tenemos que cuidar el impacto que está sufriendo nuestro cuerpo, minimizándolo en lo posible. Retomemos el texto.

El sobreesfuerzo puede ser de dos tipos:

  • Esfuerzo único y suficiente para causar daño en la estructura de la columna que es el que da lugar al accidente. En nuestro caso, esto podría ser equivalente al momento en el que se levanta al niño.
  • La suma de muchos esfuerzos que individualmente no causarían daño pero que todos ellos realizados con frecuencia sí dañan la columna y que causarán enfermedades. Para nosotras, esto se referiría al hecho de llevar un niño grande todos los días durante un cierto tiempo.

El primer síntoma de que estamos sobrecargando nuestro cuerpo y que no estamos entrenados es la fatiga o cansancio. Posteriormente llega el dolor que puede ir desde las agujetas hasta lesiones musculares o de ligamentos que pueden llegar a rotura de fibras con recuperación mucho más lenta. De este texto podemos sacar nuestra primera «norma» a tener en cuenta cuando porteamos, especialmente a niños grandes: escucha tu propio cuerpo.

Si estás cansada, o te duele alguna parte de la espalda, no portees como primera medida. La siguiente medida, sería evaluar todos tus factores, ya que la fatiga o las lesiones suelen ser por acumulación de elementos, no por uno en exclusiva. Es decir, puede que no sea causado solo por el porteo: malas posturas con el ordenador, lesiones de espalda anteriores, un mal calzado, mala higiene postural, etc. son factores que inciden en el dolor de espalda.

Lucas, dos años

FACTORES DE RIESGO

Los factores de riesgo están relacionados tanto con las características individuales (de quien realiza la tarea) como laborales (de la tarea en sí), de tal manera que a continuación mostramos las 5 variables que afectan a la manipulación de cargas:

1.- Características de la carga.
2.- Esfuerzo físico necesario.
3.- Características del medio de trabajo.
4.- Exigencias de la actividad.
5.- Factores individuales de riesgo.

Se deberán evaluar los riesgos tomando en consideración los factores o variables indicadas anteriormente y sus posibles efectos combinados.

1.- Características de la carga

  • es demasiado pesada o grande, por supuesto que cada niño es diferente, pero ¿hasta que edad/tamaño del niño le llevas realmente?
  • es voluminosa o difícil de sujetar, realmente, un niño grande que ha sido porteado no pone dificultades a la hora de subirle, y una vez subido en el portabebé, ya no es difícil de sujetar.
  • está en equilibrio inestable o su contenido corre el riesgo de desplazarse, sí que es verdad que un niño puede tener interés en algo que ve e intentar cogerlo y para ello hacer un movimiento brusco. Pero esto aplica más a bebés grandes que a niños, que ya conocen el porteo y saben de tus limitaciones porque se lo has ido contando conforme han ido ganando en movilidad y fuerza.
  • está colocada de tal modo que debe sostenerse o manipularse a distancia del tronco o con torsión o inclinación del mismo, siempre decimos que el bebé-niño tiene que ir tan pegado a ti que cuando te mueves su peso no se separa del tuyo.

Así pues, un niño que ha sido portado desde bebé «se deja» y sabe ir en el portabebé ya que tiene experiencia al respecto: colabora en el proceso de subida y colocación y no hace movimientos bruscos. A este respecto, y conforme el bebé crece o cada vez que estrenemos un portabebé o anudado, conviene explicarle al bebé lo que estamos haciendo y cómo puede colaborar, así como lo que esperamos de él (estate quieto ahora que te estoy pasando a la espalda, no intentes coger algo yo te lo puedo acercar, etc.). e Igualmente, si hace algún movimiento brusco, explicarle por qué ha de evitarlo.

Si por el contrario estás empezando con un niño grande, por ejemplo, si te vas de vacaciones con un niño que ya anda pero te llevas una mochila para cuando se canse, pero ese niño no ha sido portado antes, sí es recomendable antes de subirle la primera vez explicarle que va a ir aupa en el portabebé, que ha de ir muy pegado y que no debe hacer movimientos bruscos ni mientras le subimos ni mientras está en el portabebé. Así pues, de esta parte, el consejo sería: Explícale siempre a tu bebé-niño lo que estás haciendo y lo que esperas de él, así como lo que no debe hacer y por qué. Y, personalmente, creo que esto es extensible a tooodo en la vida.

2.- El esfuerzo físico necesario

  • es demasiado importante, Este aspecto va a depender, por un lado, de tu forma física. Por otro, de la relación entre tu tamaño y peso con la de tu peque. No es lo mismo llevar a un niño de 15 Kg y 1´20 m. de altura si pesas 90 Kg y mides 1´90 m. que si pesas 60 Kg. y mides 1´70 m. De nuevo, te recomiendo que escuches a tu cuerpo. Pero no es lo mismo empezar, como decíamos arriba, con un niño ya grande a portearle que con un bebé pequeño. Si has llevado a tu hijo desde recién nacido, conforme ha ido cogiendo peso tú has ido mejorando tu forma física y entrenando la musculatura. Si estás empezando con un niño de cierto peso/tamaño, debes empezar poco a poco, no más de 20 minutos seguidos los primeros días, para irte «entrenando».
  • no puede realizarse más que por un movimiento de torsión o flexión del tronco, Girar o doblar la espalda para recuperar la posición natural mientras se levanta o desplaza un peso es peligroso. Por ello, cuando vamos a coger a un niño para subirle al portabebé, nunca doblaremos la cintura, sino que bien flexionaremos las rodillas o bien doblaremos desde la cadera. La espalda ha de mantenerse derecha en el proceso de subir al niño aúpa. Otra opción es subirle a una silla o similar y desde ahí alzarle sin necesidad de bajar a por él.
  • puede acarrear un movimiento brusco de la carga, Sobre el movimiento del peque, hemos hablado arriba.
  • se realiza mientras el cuerpo está en posición inestable, Así pues, es necesario estar en una posición firme, con los pies bien apoyados en una superficie estable, sin objetos a nuestro alrededor que dificulten o imposibiliten el movimiento.
  • se trata de alzar o descender la carga con necesidad de modificar al agarre, Cuando subimos al niño, normalmente le cogemos de las axilas y luego del culo y piernas, especialmente si le vamos a portear a la espalda, así que en nuestro caso sí que hay modificación en el agarre y por tanto hay que tener cuidado cuando estamos cambiando la posición de nuestras manos, buscando posturas que nos resulten naturales y cómodas y pidiendo al niño colaboración, por ejemplo, que se sujete a nuestro cuello o que se agarre con las piernas.

3.- Características del medio de trabajo

No voy a entrar en el detalle de este punto ya que esto no se trata de un trabajo y no tenemos que hacerlo siempre en la misma posición en el mismo lugar, por ejemplo. Sí que hay que tener en cuenta, como decía arriba, que la superficie de apoyo sea firme y tener suficiente espacio alrededor.

4.- Exigencias de la actividad

  • esfuerzos físicos demasiado frecuentes o prolongados en los que intervenga en particular la columna vertebral, Así pues, si porteas constantemente a un niño de cierta edad, o tienes varios peques de diferntes edades y pesos y siempre andas con uno encima, debes tener especial cuidado con todas estas recomendaciones que estoy comentando, especialmente escucha a tu cuerpo.
  • periodo insuficiente de reposo fisiológico o de recuperación, Si estás cansada, descansa en la medida de tus posibilidades, no pasa nada por usar un carro de vez en cuando (no es que sea inocuo para tu espalda, pero sí que utilizas otra musculatura así que puede servirte de descanso en un momento dado). Y como estamos hablando de niños, recuerda que se lo puedes explicar y decirle que te duele, son más comprensivos y empáticos de lo que pensamos a veces.
  • distancias demasiado grandes de elevación, descenso o transporte, 
  • ritmo impuesto por un proceso que el trabajador no puede modular.

Estos puntos se traducen en los consejos ya dados y que no me canso de repetir: escucha a tu cuerpo y descansa si lo necesitas.

5.- Factores individuales

  • la edad,
  • la falta de aptitud física para realizar la tarea o las tareas (vida sedentaria, tabaquismo, sobrepeso, etc.), Como has podido leer más arriba: si estás empezando con un niño de cierto peso o tamaño, debes empezar poco a poco. Y desde luego, una buena salud es garantía no solo para aguantar el porteo, sino el ritmo de tus hijos y para llegar en las mejores condiciones posibles a la madurez, así que ¡cuídate! no solo por ti.
  • la inadecuación de las ropas, el calzado u otros efectos personales, Yo he visto mamás con taconazo y porteando, y las he visto con soltura (obviamente, porque están acostumbradas a ese calzado), pero no es lo más recomendable. Igualmente, la ropa que te impide la libertad de movimientos, especialmente en los brazos, es una dificultad añadida. Por supuesto, un día es un día, y no vamos a ir de boda en chándal, pero para el día a día, y sin renunciar al estilo, usa ropa y calzado cómodos.
  • la insuficiencia o inadaptación de los conocimientos o de la formación, Esto es muy importante, no solo con niños grandes: siempre que empieces a portear, a usar un nuevo portabebé o anudado, asegúrate de saber hacerlo correctamente. ¿Necesitas ayuda? Tienes a tu disposición mi canal de vídeo de youtube así como mis asesorías y talleres.
  • la existencia previa de patología dorsolumbar. Por supuesto, si tienes algún problema previo de salud, consulta a tu profesional de referencia, ya sea traumatólogo o fisioterapeuta. Pero asegúrate de que conocen el portabebé que quieres usar y las alternativas, si el profesional no tiene claro de qué le estás hablando no podrá darte información correcta. Y por supuesto, si no te convence su consejo, siempre puedes pedir una segunda opinión. 

Marcos, cuatro años

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«lo que sufre es la columna dorsal» y que «conviene fortalecer la musculatura de la espalda y la del abdomen»

Esto es la segunda parte que quería tratar. Que es lo que dice el supuesto* profesional de la salud. Me llama la atención que hable de la columna dorsal y no de la zona lumbar o cervical. La verdad es que el peso se sitúa aproximadamente sobre la zona dorsal de la columna, pero la zona lumbar recoge el peso que baja de las dorsales. Y de hecho, en la documentación que he estado consultando sobre ergonomía del trabajo y manipulación de cargas hablan siempre de accidentes y patologías dorsolumbares.

No soy profesional de la salud pero cuando me he puesto mal un portabebé, por desconocimiento o prisas, las dos zonas que se me han cargado antes han sido las cervicales y las lumbares.

Las cervicales

Las cervicales (y su musculatura relacionada) sufren cuando la carga, en este caso el peso de nuestro hijo, va apoyada demasiado cerca del cuello. Esto puede ocurrir en los diferentes portabebés:

  • Con el fular es muy habitual sobre todo con anudados como la cruz envolvente  dejar las tiras demasiado pegadas al cuello, así pues es importante separar las tiras del cuello repartiendo el apoyo entre el cuello y el hombro, de modo que el peso descargue en su mayor parte en la espalda y no en la zona cervical.
  • Igualmente, con las mochilas y mei tais existe el mismo riesgo: colocar los tirantes más cerca del cuello que del hombro. Realmente, puedes apoyar las tiras del mei tai y de las mochilas que se atan directamente sobre el hombro, con la suficiente tensión, no se mueven de ahí. Respecto a los tirantes de la mochila, su sitio es entre el cuello y el hombro, y en este caso es importante a la altura a la que cierras la tira horizontal que los une así como la longitud que le das. Recuerda que es algo regulable y que merece la pena «gastar» tiempo en ajustarla de manera que te resulte cómoda, es una inversión.
  • Con las bandoleras y anudados canguro, la solución es, igual que con los mei tai, apoyar la tela en el hombro y dar una buena tensión. Además, puedes extender bien la tela de manera que reparta bien el peso.

Zona dorsolumbar

Siempre hablamos de la importancia de la postura para el bebé, y de las cosas que hay que tener en cuenta para que vaya bien. Estas mismas medidas, las podemos ver bajo la luz de proteger nuestra espalda:

  • La altura correcta: que su culo vaya situado entre nuestro ombligo y unos cuatro dedos por arriba del mismo, ni más alto ni más bajo. Así, nuestro centro de gravedad no varía sustancialmente su altura y, aunque llevemos más peso, nuestra musculatura va a poder gestionarlo con normalidad sin hacer sobreesfuerzos. Esta regla tiene una excepción: con las mochilas, puedes ponerte el cinturón en la cadera si llevas un niño grande, de manera que va a ir más bajo, sí, pero como pesa más nos va a resultar cómodo ya que al cargarle en las caderas descargamos más peso en las piernas que en la espalda.
  • Con suficiente tensión: que independientemente de mis movimientos, el cuerpo del niño no se separe del mío. Lo que evitamos con esto es que nuestro centro de gravedad se desplace ya no en la vertical (eso lo cuidamos con la altura) sino en la horizontal. Si el peso de nuestro peque va muy separado del nuestro, el centro de gravedad se mueve hacia donde está el bebé. Además, si va suelto probablemente no podamos controlar la altura, de modo que es aún más desplazamiento para el centro de gravedad. E inconscientemente nuestro cuerpo va a hacer movimientos compensatorios para recolocar el centro de gravedad: echarnos hacia atrás si el bebé va delante y viceversa. Y eso carga mucho la espalda, especialmente con un niño grande: mucho peso con una mala postura.

Fortalecer la musculatura.

Esto es algo que sucede naturalmente cuando porteamos a nuestro hijo desde recién nacido. El recién nacido pesa menos de lo que pesaba en unión con la placenta y líquido amniótico, así que dos o tres días después del parto estamos llevando menos peso del que llevábamos dos o tres días antes. Si porteas regularmente, conforme el bebé coja peso tus músculos ser irán tonificando: la musculatura de la espalda especialmente al portear delante, la zona abdominal se ejercita más al portear a la espalda.

Como te decía más arriba, si empiezas con un niño de cierto peso, has de hacerlo progresivamente, aumentando el tiempo que estás porteando poco a poco.

Lucas, 2 años, Marcos 4´5 años

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«Cuando son pequeños, han de estar mirando hacia la persona que les portea»

Esta afirmación la hace Ana Ruiz, la otra chica entrevistada (aunque no pone cuál es su profesión o formación). Como puede ser que esté sacada de contexto o con parte de su intervención cortada, no sé si la frase la dijo así tal cual. Pero por si acaso tienes dudas, no importa la edad del bebé o niño, ha de ir siempre mirando al adulto, con su barriga en contacto con el cuerpo del adulto.

No solo desde el punto de vista del bebé, que iría mal colocado desde el punto de vista fisiológico y muy expuesto a estímulos, sino para proteger nuestra espalda también: cuando el bebé va cara al mundo no podemos acoplar su postura tan bien a nuestro cuerpo ni podemos ajustar tanto como cuando miran hacia nosotros. Así, como hemos hablado, nuestro centro de gravedad se desplaza y vienen los dolores de espalda.

Así que, nunca cara al mundo.

* Me dice Esmeralda que se ha visto el vídeo fotograma a fotograma y que ha averiguado que el médico se trata de D. Rafael Durá de la Clinica iQtra. No obstante, me sigue sorprendiendo que, siendo el único del que no se dice el nombre ni la profesión o formación, mucha gente le de más crédito a sus palabras…

Si estás pensando que un niño de 2 años ya debería andar, estás en lo cierto, y lo más seguro es que no quiera ir mucho rato aúpa. Pero en ocasiones, lo va a pedir: si llevamos rato andando y se cansa, si hay mucha gente y se agobia, a la vuelta de una tarde de juego intenso… Pero, además, van a haber otras ocasiones en que tú lo necesites: cuando se te está echando el tiempo encima y no puedes seguir andando a ritmo de niño, si en una ruta estás subiendo o bajando por un sitio que necesitas ayudarle y ayudarte  a la vez, si tienes varios hijos y uno te demanda brazos mientras atiendes a otro…

Siempre que quieras/necesites llevarle en brazos, vas a ir más cómoda(o) y más segura(o) con la ayuda de un portabebé. El portabebé, te ayuda a repartir mejor el peso del niño en tu cuerpo, permitiéndote las manos libres y una buena higiene postural.

Lucas, dos años

Así pues,

Recopilando

Puedes llevar a un bebé, incluso a un niño grande, cuidando tu salud siempre que tengas en cuenta lo siguiente:

  • Empieza gradualmente, si nunca has porteado y comienzas con un niño de cierto peso, hazlo poco a poco, no superando los 20 minutos seguidos los primeros días.
  • Para llevar un niño grande, mejor a la espalda.
  • Aprende a portear y a utilizar tu portabebé adecuadamente, asegúrate de colocarlo bien y de tenerlo ajustado a tus necesidades. Encuentra tu manera de utilizarlo, con movimientos que te resulten naturales y cómodos.
  • Explica a tu hijo (las primeras veces especialmente), lo que estás haciendo, lo que esperas de él y las medidas de seguridad.
  • Cuando vayas a cargar a tu peque, no dobles la cintura: flexiona las piernas, dobla las caderas o súbele a cualquier superficie que te permita colocarle sin necesidad de agacharte tú.
  • Cuando vayas a colocar a tu niño, asegúrate de que tu superficie de apoyo sea firme y de que tienes suficiente espacio a tu alrededor.
  • Utiliza calzado y ropa cómodos.
  • Respeta las normas de uso de los portabebés, no solo sus instrucciones y homologación, sino las normas generales.
  • Y sobre todo, ESCUCHA Y RESPETA tu propio cuerpo.

Y por último, recuerda que todo tiene impacto en tu cuerpo, este artículo va de minimizarlo en la medida de lo posible cuando llevas a niños grandes en portabebé (y de cualquier edad, la verdad), ya que el impacto de llevarles sin portabebé es aún mayor. De todo esto, vamos a ir hablando más, ya que en la formación de Asesoras Continuum contamos con la colaboración de Sonia Campra, especializada en Inteligencia Corporal, con la que trataremos este tema a fondo. Cómo cuidar nuestro cuerpo cuando porteamos, minimizando el impacto, y cómo compensarlo. Estate atenta, una nueva manera de asesorar en porteo se está cocinando ;-).

Reflexión Nohemí

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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