Ya lo has decidido. Vas a empezar a portear. Mi enhorabuena, es una gran decisión.
Ahora déjame que te cuente estos 10 sencillos pasos para que no te arrepientas de haber tomado esa decisión.
Te digo más, para que pienses que es una de las mejores decisiones que has tomado para enfrentarte a la crianza.
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Haz tu «investigación de mercado».
Cada vez es más fácil conocer a alguien que portea, y lo normal es pedir opinión.
Pero lo que a esa persona le ha ido (o le va) bien no tiene por qué irte bien a ti. Hay muchos portabebés y, cada día más, marcas.
Así que no te quedes con la primera opinión que recibas.
- Busca otras personas: en las redes sociales puede resultar más fácil encontrar variedad de personas que portean.
- Lee en webs de difusión del porteo, como Red Canguro.
- Lee en las webs de los fabricantes de portabebés y escuelas de porteo.
Piensa en qué le pides tú a tu portabebés y cuáles son tus necesidades. Y, por supuesto, en tu presupuesto y en tus gustos estéticos.
Respecto a la estética, siempre hago un inciso. Es verdad que hay colores neutros que son más fáciles de que usen otros posibles cuidadores del bebé. Y que hay patrones que facilitan el aprendizaje (por ejemplo, las rayas o degradados en fulares y bandoleras). Pero es una prenda de ropa para ti, te tiene que gustar. Encantar mejor. Y combinar con tu ropa habitual.
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No todos los portabebés son para todo el mundo
Precisamente por eso, hay diferentes opciones.
Es verdad que hay portabebés más versátiles, como el fular y otros más rápidos, como las mochilas. Cada uno tiene sus pros y sus contras.
E intentar que el portabebés que te enamora le encante a tu pareja no tiene por qué funcionar.
Te digo más, puede que el portabebés que te sirvió con tu primer hijo no te sirva con los siguientes.
Encontrar el portabebés que sea fácil de usar, cómodo de llevar, que le guste a papá y a mamá, que sirva para recién nacido y hasta que cumpla 5 años y encima sea «muy barato» es imposible.
Céntrate en tus necesidades y las de tu bebé hoy y elige en consecuencia. Si dentro de seis meses tus necesidades han cambiado, plantéate comprarte otro.
No son tan caros y, desde luego, es una inversión que se amortiza más que de sobra. Siempre que hayas elegido bien el portabebés más adecuado a tu situación.
Y si crees que te has equivocado, rectifica.
¿Sabías que hay mercado de segunda mano para vender los portabebés que no usas?
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Considera el nivel de desarrollo de tu bebé
Especialmente si tu bebé es pequeño.
Cuanto más pequeño es el bebé, más cuidado hay que tener con su posición, realmente, las elecciones óptimas serían:
Desde recién nacido hasta que se sienta solo:
- Fular rígido o elástico
- Bandolera
- Mochila emeibaby
- Mei tai con reductor (de las cuatro opciones, esta sería la menos óptima)
Desde que se sienta solo:
- Fular rígido (el fular elástico se suele quedar corto a partir de los 9-12 Kg. dependiendo de la marca)
- Bandolera
- Mei tai
- Mochila
- Ayuda-brazos (Tonga, Suppori, Kantan, etc.)
Bebés «mayores» (toddlers):
- Fular rígido con mucho soporte
- Mochila tamaño toddler
Pero lo importante realmente es que uses aquel con el que te sientas segura y te resulte confortable, siempre que seas capaz de conseguir una buena posición para tu peque así como un buen sostén.
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Busca ayuda
Idealmente, contratar una asesoría para una Asesora te ayude a elegir «tu portabebés ideal» es la mejor opción.
La Asesora, teniendo en cuenta las necesidades de tu familia, tus gustos y tu presupuesto, te recomendará la mejor opción.
Pero a falta de una asesora, recuerda que hay grupos virtuales donde madres que portean y profesionales del porteo comparten información y recursos y pueden ser de gran ayuda.
¡¡Ah!! casi se me olvida. Ver vídeos de cómo se usan los portabebés puede ser también de gran ayuda, ya que te permite hacerte una idea de lo que vas a tener que hacer.
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Empieza a usar tu portabebés en cuanto te llegue
Bueno, lávalo antes. Pero en cuanto se seque.
Como dice el refrán, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Aprovecha la ilusión de la llegada del portabebés para empezar a hacerte con él.
Antes de subir a tu peque la primera vez, revisa bien el portabebés: hazte con su tacto, revisa los cierres si los tiene, asegúrate de entender su estructura, sus elementos…
Además de eso, la semana que viene podrás leer nuestro post Seis trucos para empezar a usar tu portabebés con éxito.
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Posición y tensión
He de insistir en estos dos puntos. Ya que son la clave del Porteo Seguro.
La correcta posición de las caderas / rodillas / espalda garantizan la posición adecuada del bebé para que portees con seguridad y con todos los beneficios para su desarrollo físico.
La tensión es el otro elemento estrella del Porteo Seguro. Una correcta tensión garantiza la posición del bebé.
Y la comodidad para ti, ya que el bebé se mantiene bien pegado a ti y su peso ni se separa de tu cuerpo ni se desplaza con el movimiento.
Para saber si la tensión es correcta tienes un par de maneras:
- Cuando te echas hacia delante, tu bebé no se separa de ti.
- Cuando introduces el dedo entre tu bebé y el portabebés, el dedo puede entrar pero queda sujeto, es decir, no hay espacio entre el bebé y el tejido ni puedes «sacar bolsas» de tejido flojo.
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Paciencia y constancia
Si la posición y la tensión son las claves del #PorteoSeguro, la paciencia y la constancia lo son del #PorteoCorrecto.
La primera vez que te pongas tu portabebé no quedará bien. Tampoco eras «fitipaldi» la primera vez que cogiste un coche ni te quedaron deliciosas las primeras croquetas que preparaste.
Cuanto más practiques, mejor te saldrá. Así que tómatelo con calma y practica, practica y practica.
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Cuida tu portabebés
Lavar adecuadamente tu portabebés es parte del cuidado básico del mismo. Sigue las instrucciones del fabricante.
En general, usa un programa delicado, con el detergente que usas para lavar la ropa del bebé y sin suavizante. Dentro de una malla de lavado. Y si tienes una mancha complicada, pretrátala antes del lavado mejor que lavar el portabebés en un programa «agresivo».
Tienes más recomendaciones de lavado en este documento que te puedes descargar.
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Disfruta
Portear es maravilloso.
Recuperas tus brazos y gran parte de tu vida. Tu libertad de movimientos y autonomía.
Pero sobre todo, disfrutarás de tu bebé, de tu crianza, desde otro lugar.
Sentir cómo tu bebé se relaja, poderle atender cuando está nervioso, que se duerma en tu pecho… es mágico.
Tanto, que decimos de los portabebés que vienen cargados de polvos del sueño.
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Y pasa de los comentarios (que no merezcan tu atención)
Recibirás comentarios de gente conocida y desconocida. La mayoría, serán amables y cariñosos.
Pero no todos.
Recuerda que no les has pedido opinión, que nadie conoce a tu bebé mejor que tú y que tú sabes qué necesitáis en cada momento.
No tienes que dar explicaciones a nadie de cómo decidís criar a vuestro hijo. Hazlo si te apetece, si te sienta bien o si crees que la persona en cuestión lo merece.
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Nota: este post se escribió originalmente para el blog de La Escuela de Mamá, ahora desaparecido.