Desde el blog Bajo el Diente de León proponen esta iniciativa a la que nos adherimos.

En España, hay actualmente 20 familias que están siendo afectadas por haber decidido educar ellos mismos a sus hijos. Os copio parte del texto del artículo original, que podéis encontrar aquí.

En España se persigue a las familias que educan en casa y hay muchas familias que, en la actualidad, están siendo investigadas y/o procesadas por educar a sus hijos en casa y fuera de ella (los niños que se educan en casa no están las 24 h del día encerrados en casa, por eso creo que es importante que empecemos a llamar a las cosas, de una vez por todas, por su nombre: EDUCACIÓN EN CASA Y FUERA DE ELLA).

A los «perseguidores» no les interesa, o les interesa poco, cómo se encuentran los niños  que se educan en casa, ni sus conocimientos académicos, y ni mucho menos ya su grado de autoestima, su inteligencia emocional, si son niños creativos o no, si conectan con la naturaleza, etc. Lo que les interesa es que todos, lo queramos o no,  suframos o no a causa de algunas instituciones de este sistema, estemos dentro de  ellas, de unas instituciones que, supuestamente, han sido creadas para beneficiarnos a nosotros y a nuestros hijos. Pero ¿qué sucede si estas instituciones, por ejemplo la escuela, no las queremos, por diversos motivos de toda índole, para nosotros ni para nuestros hijos, o incluso si son nuestros hijos, aunque sean pequeños, los que no quieren la escuela para sí mismos?

Os invito a todos a solidarizaros con las familias que en España educan en casa y están siendo investigadas y/o procesadas por ejercer su derecho a decidir sobre el tipo de educación que quieren para sus hijos (art. 27 de la Constitución Española).

Sobre la balanza que aparece en la imagen: No he querido simbolizar con ella que la educación en casa sea «mejor» que la educación en la escuela. La educación en casa es, o mejor dicho debería ser, una opción educativa más. La balanza de la imagen, en la que «pesa» más la educación en casa, frente a la «obligatoriedad de escolarizar», alude al deseo de que las familias que educan en casa y están siendo investigadas, procesadas, intervenidas, o como quiera llamarse, salgan airosas de la situación y no sean obligadas a escolarizar por quienes las investigan, procesan o intervienen.; es decir, al deseo de que la balanza se incline a favor de las familias procesadas, en detrimento de quienes no respetan esta opción educativa y pretenden obligarlas a escolarizar. Si hubiera querido enfrentar educación en casa  versus escuela, esos serían los dos elementos que habría puesto  en la balanza, pero ya veis que no los he puesto.

La educación en casa se defiende por sí misma, los niños educados en casa se defienden por sí mismos, no hace falta que andemos criticando a la escuela como forma de defender nuestra opción educativa, ni hace falta, ni es necesario, ni viene al caso. Incluso creo que no es  ni siquiera  necesario aludir a la escuela en nuestro «discurso-defensa» de la educación en casa.

Espero que se entienda lo que he querido simbolizar ;-).

Y también este extracto del post que, desde el blog Charlotte Manson en español, publican al respecto, y que resume muy bien nuestro punto de vista:

Si hay familias que quieren, sienten, y se preparan conscientemente para educar a sus hijos en casa, que se les dé el beneficio de la duda y que se compruebe que así lo hagan, pero no que se las tenga por culpables y se las llame a juicio, cuando su único crimen es el responsabilizarse de sus hijos y con éxito, seriedad y mucho cariño criarlos y educarlos en el respeto hacia los demás.

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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