En la pasada I European Babywearing Conference dio dos charlas Henrik Norholt, Director científico de ERGObaby. No era la primera vez que coincidía con él, ya que gracias a nuestra relación comercial con ERGObaby había podido asistir previamente a otra charla impartida por él.

El Dr. Henrik Norholt es miembro de The World Association of Infant Mental Health (Asociación Internacional de Salud Mental Infantil). Es doctor (Ph.D.) por la Universidad de Copenague. Ha estado estudiando los efectos del porteo y su relación con el desarrollo psicológico y motor en la infancia desde 2001. Para ello, colabora con una amplia red de  médicos de familia, matronas, ginecólogos, pediatras y psicólogos infantiles.

Henrik es un científico dedicado a defender la importancia del contacto y el porteo para el correcto desarrollo de nuestros hijos. Y lo hace desde la ciencia, promoviendo y difundiendo estudios acerca del estilo de crianza y el tipo de apego que el bebé desarrolla en función de ésta. Y todos los estudios apuntan en la misma dirección: hacia la importancia fundamental del contacto físico así como de la satisfacción de las necesidades de los bebés y niños para un correcto desarrollo intelectual, físico y emocional.

Además, es un placer escucharle hablar, y eso que habla en inglés, con el que no me apaño muy bien. Además, es un hombre que habla de porteo, lo cual, desde mi experiencia, es difícil de encontrar. Y es científico. Así que resulta un cóctel genial, sobre todo para nosotras, «locas de los trapos», seguro que sabes a qué me refiero.

Así que no pude resistirme a pedirle una entrevista, que me concedió, y quiero compartir contigo hoy. Gracias a Eloísa por la traducción, la mía no se entendía tan bien :mrgreen:. Bueno, y a Carlos, que me ayudó  con la traducción de las preguntas.  Abajo, la respuesta original en inglés, por si prefieres leerle directamente.

¡¡Gracias, Henrik!!

 Elena: Tienes una intensa relación con el porteo, ¿cómo conociste la crianza con apego (attachment parenting)?

Henrik:  Mi introducción a lo que yo considero “crianza continua” (progressive parenting*) no fue a través de la crianza con apego. Al contrario, mi primer contacto fue a través del libro “El concepto de continuum” (escrito por la fallecida Jean Liedloff) del que Karin Frost, la fundadora de ERGO baby, me habló allá por 2001, cuando estaba de visita en Dinamarca para presentarnos a su bebé a la familia y los amigos. Leí el libro varias veces, y quedé totalmente fascinado por las ideas que presentaba.

E.: Y ¿cómo llegó a ser tu tema de estudio y trabajo?

H.: La familia Frost, fundadora de ERGObaby, ha recibido a lo largo de los años cientos alabanzas apasionadas sobre los efectos de usar la Ergo (madres que describían cómo el contacto físico continuo y prologado con sus bebés había transformado sus vidas). Todos estos testimonios “anecdóticos” de los extraordinarios efectos del porteo despertaron el interés de los Frost por investigar sobre la evidencia científica que fundamenta los mecanismos y resultados del porteo. Así pues, me contrataron como Director Científico con la tarea de acudir a congresos sobre salud mental infantil, pediatría y matronas, manejar la literatura científica más relevante y contribuir a la promoción de nuevas investigaciones sobre porteo.

E.: En mi opinión, el porteo nos «obliga» a ser mejores padres a través de los mecanismos fisiológicos del apego, ¿qué opinas tú?

H.: Estoy de acuerdo. En la mayoría de los estudios científicos hay un grupo de control de padres y niños que sirve para demostrar qué habría pasado si la intervención (en este caso: llevar al bebé) no hubiera sido implementada. Está muy claro que los padres que portean a sus bebés experimentan cambios positivos, comparados con los que no lo hacen. Y, de momento, conocemos no solo los resultados (un mejor apego entre padres y bebés) sino también algunos de los mecanismos fisiológicos que provocan este apego mejorado. La hormona oxitocina parece estar implicada. En realidad, la intención de los padres al empezar a portear a sus bebés no es ser mejores padres. Pero las hormonas del sistema de apego parental (oxitocina, prolactina y muchas otras) presumiblemente se activarán como resultado del porteo y el contacto físico. En este sentido, los padres se venn “forzados” involuntariamente, y gracias a su sistema hormonal, a ser mejores padres.

E.: En tu primera charla en Bristol hiciste un repaso acerca de la evidencia científica que defiende la importancia del contacto en los primeros días. ¿Por qué crees que aún podemos escuchar expresiones, incluso entre personal sanitario, como «si coges al bebé se malacostumbrará»  y otros mitos?

H.: Bien, parte del razonamiento de mi discurso en Bristol se basaba en la investigación sobre el contacto físico en el posparto inmediato (primeras horas) que han publicado desde 1978 Klaus & Kennel, dos ginecólogos estadounidenses. Esta investigación fue la chispa que inició una revolución en las maternidades de todo el mundo, que dejaron de separar a los bebés de sus madres para ponerlos en contacto piel con piel al menos durante la primera hora después del nacimiento. Lo que resulta tan emocionante de las investigaciones de los últimos años es que apuntan a la importancia del contacto piel-con-piel (o simplemente, del contacto físico) no solo en las primeras horas y días tras el parto, sino también más allá de los primeros mes de vida del bebé.

La idea de malcríar a un niño por darle mucho contacto físico procede de las creencias propagadas por psicólogos “de vanguardia” del siglo pasado. El único problema con este punto de vista o filosofía es que, simplemente, no está basado en observaciones científicas -están basadas estrictamente en ideas idiosincrásicas personales, disfrazadas de ciencia porque las personas que las expresaron eran consideradas los científicos más destacados en su especialidad. Lo más curioso es que, en realidad, sí existe algo denominado niño “pegajoso” o “necesitado”, que tiene problemas de con la independencia y la exploración del entorno (lo que muchos profesionales médicos y abuelos denominan como un niño malcriado por exceso de contacto con sus padres). Este comportamiento se trata, en realidad, de un patrón de apego INSEGURO bien establecido, que una pequeña minoría de los niños tendrá a la edad de 1 año. Y, hoy en día, sabemos qué estilo de crianza genera este tipo de apego inseguro: padres que, por diferentes razones, son muy inconsistentes en el cuidado, incluyendo una respuesta más o menos impredecible ante la necesidad de consuelo del niño en situaciones angustiosas. A veces son buenos padres y otras veces no. En respuesta a este patrón de respuesta impredecible, el niño adopta un modo de apego en el que intenta satisfacer sus necesidades de apego pegándose a sus padres. Estos niños tienen una relación emocional complicada con sus padres y no muestran el esperado aumento en su independencia. Lamentablemente, este patrón de apego (así como todos los patrones de apegos establecidos alrededor del año de edad) tiende a persistir conforme el bebé crece, si el estilo de crianza no cambia radicalmente a mejor.

En resumen, el fenómeno del niño malcriado EXISTE y los abuelos y profesionales de la saludo hacen bien al estar preocupados por el desarrollo de este patrón de apego. Sin embargo, y este es el hallazgo crucial y fundamental de la investigación sobre el apego, un niño al que se le ha provisto de un contacto físico frecuente y consistente desarrollará un apego SEGURO. Este apego seguro también incluye una independencia de los padres saludable y acorde con la edad, así como un fuerte deseo por explorar y dominar el entorno y disfrutar de la comunicación con otras personas. Así pues, portear al bebé no implica malcriarlo. Más bien al contrario, el porteo contribuye a criar niños sanos, independientes y con un apego seguro. Para más información: http://blog.ergobaby.com/2012/01/does-infant-carrying-promote-attachment/

E.: Tu segunda charla se llamaba «Baby carrying relevant lessons from the feminist movement of a Scandinavian welfare country». Sin embargo, nos contaste que los padres (hombres) dan un tipo de estimulación al bebé que es diferente de la de la madre, y además esencial. Me parece que el «feminismo tradicional» no estará de acuerdo con esta afirmación,¿ no crees?

H.: Hacer generalizaciones sobre madres y padres siempre resulta peligroso y potencialmente capaz de enfadar tanto a grupos feministas como machistas. ¬-En Bristol, me referí a un estudio de familias de clase media y bajo riesgo israelitas donde los investigadores encontraros diferencias estadísticamente significantes entre diferentes estilos de crianza y patrones de oxitocina en madres y padres. Sin embargo, estoy seguro de que hay muchas excepciones a este patrón general. En algunos matrimonios que conozco, la madre tiene un repertorio de cuidados más estimulantes y extrovertidos y el padre un estilo más de consuelos y abrazos. Además, recientemente asistí a un encuentro internacional sobre apego donde se presentó un estudio único: padres israelíes del mismo sexo (en este caso, hombre, es decir, el niño tenía dos padres homosexuales) que demostraron la asombrosa plasticidad del cerebro en respuesta al llanto nocturno del bebé. Normalmente, un padre que colecha con una madre y su bebé no activa las áreas específicas del cerebro que sí se ponen en marcha en la madre cuando el bebé llora durante la noche. En los padres del mismo sexo (dos hombres) esos circuitos cerebrales sí que se activan, de modo que al menos uno de los dos padres responde, a nivel cerebral, al llanto del bebé. Por lo tanto, deberíamos ser más cuidadosos al creer que las diferentes maneras de cuidar al bebé son, única y exclusivamente, una manifestación de nuestro sexo biológico. Y, como pudiste deducir de mi conferencia, soy un ferviente creyente en la necesidad de la participación de los padres en el cuidado del bebé, por el bien del desarrollo del bebé, pero también por el bien de los padres, que se enriquecerse con experiencias que, literalmente, cambiarán sus vidas.

E.: El porteo es una manera práctica de llevar esta evidencia científica al día a día de las familias. Desde este punto de vista, pienso que es muy importante que las compañías que desarrollan portabebés cuenten con las familias y con científicos como tú. Así que, ¿cuál es tu función en ERGObaby?

H.: A través de la historia de ERGObaby, la compañía ha prestado especial atención a las recomendaciones de profesionales de la salud que han conformado de manera fundamental las enseñanzas de las escuelas de porteo alemanas. Creo que Ergobaby es la compañía especialista en porteo más profundamente comprometida en proporcionar soluciones ergonómicas y científicas para el cuidado del bebé. Trabajo junto con destacados consultores de porteo para facilitar asesoramiento para el desarrollo de productos Ergobaby, colaborando con los equipos de diseño y marketing.

¡Muchísimas gracias por tu tiempo!

*Progressive parenting es una expresión acuñada por Chaley Scott que intenta completar el concepto de «Attachment parenting» o crianza con apego. La mejor traducción que se nos ha ocurrido es Crianza continua, aunque probablemente encajara mejor «Crianza Continuum» ;-)

Henrik Norholt en la IBWC

Y aquí, la versión original:

1.- You have an intense relationship with babywearing, How did you know attachment parenting?

2.- And how did this topic become your study and work target?

3.- In my opinion, babywearing «force» us to be better parents through the physiologicals attachment mechanism, What do you think about it?

4.- In your first speech in Bristol you gave an overview about scientific evidences that defend how important is touching in first days, What do you think we can hear nowadays expressions as «if you hold a baby, the baby will be used to» (even health personnel) and other myths?

5.- Your second speech was title «Baby carrying relevant lessons from the feminist movement of a Scandinavian welfare country»: However you told us fathers give a different and essential stimulation to babies. I think «traditional feminists» will disagree, won´t you?

6.- Babywearing is a practical way to bring this cientific evidence to families day to day. From this point of view, I Think is very important companys that develops babycarriers, count on both end users ando cientifics like you. So, what is your rol in Ergobaby?

Thanks a lot for your time, Best Regards, Elena

HN response:

1. My first introduction to what I consider progressive parenting was not actually Attachment Parenting. Instead, I was introduced to the book “The Continuum Concept” (written by the late Jean Liedloff) by the founder of Ergobaby, Karin Frost, back in 2001 when she was visiting family and friends in Denmark to introduce her little baby son. I read the book several times and was absolutely fascinated by the thoughts presented there.

2. The Frost Family who founded Ergobaby had over the years received so many rave accounts of the effects of using the Ergo – mothers would describe how it had transformed their lives to have the continued and extended physical contact with their babies. All these anecdotal reports of extraordinary effects of baby carrying had aroused the interest of the Frost family to investigate the scientific evidence on the mechanisms and outcomes of baby carrying. I was therefore hired as the Chief Science Officer with the task of attending all the major infant mental health, midwife and pediatric conferences and acquainting myself with the relevant scientific literature as well as assist in promoting new research in baby carrying.

3. I agree. In most scientific studies there is a control group of parents and children, which serves to demonstrate what would have happened, if the intervention (in this case: baby carrying) were not implemented. It is very clear that something positive happens in the parents that carry their babies, compared to the parents who do not carry their babies. And by now, we know not only about the outcomes (better attachment quality of the parents and babies), but also about some of the physiological mechanisms that bring about this improved attachment. The hormone oxytocin seems to be involved. Parents do not actually have to desire to be better parents when they begin carrying their babies. The parental attachment hormonal systems (involving oxytocin and prolactin and many other hormones) will presumably become activated as a result of the baby carrying and the physical contact. And in that sense, the parents are “forced” through involuntary hormonal systems to become better parents.

4. Well, part of the point of my speech in Bristol was in fact that the scientific case for physical contact in the immediate postpartum period (i.e. the first hours) has been made as early in 1978 by the two American Obstetricians Klaus & Kennel. That sparked a revolution in practices in birth wardens across the world where newborn babies were no longer removed from the mother, but put skin-to-skin on her chest, at least for the first hour, following birth. What is so exciting about the research of recent years is that they point to the role of skin-to-skin (or simply physical) contact, not just in the first few hours and days following birth, but also through the first month(s) postpartum. The idea of spoiling a child by providing it with ample physical contact stems from beliefs propagated by “leading” psychologists in the previous century. The only problem with that viewpoint or philosophy is that it is simply not based on scientific observations – the view is based strictly on personal idiosyncratic ideas, masqueraded as science, because the persons uttering them were supposed to be leading scientists in their field. The tricky part is this: There is in fact such a phenomenon as a “clingy” or “needy” child, which has issues with independence and exploration of the environment – what many medical professionals and grandfathers and grandmothers consider to be a child that has been spoiled by too much contact by the parents. This is a well-established INSECURE attachment pattern, which a small minority of children will have at the age of year 1. And we now know what kind of parenting creates this particular type of insecure attachment: Parents who for various reasons are very inconsistent in their caregiving, including responding more or less unpredictably to the child’s need for comfort when distressed. They are sometimes good enough parents, and sometimes they are not. In response to this unpredictable caregiving, the child adopts an attachment style where it tries to get as many as its attachment needs met – by clinging to the parent. Such children tend to become emotionally enmeshed with their parents and do not show the expected gradually increasing independence. Regrettably, this attachment pattern – as all attachment patterns established by around age one year – tend to persist, as the child grows older, if the parenting style is not changed radically to the better. So, yes, the phenomenon of the clingy or spoiled child DOES exist and grandparents and medical professionals are as such right in being concerned about this attachment pattern developing. However, and this is the crucial and fundamental finding of attachment research: A child that is provided ample and consistent physical contact will develop a SECURE attachment. Such a secure attachment also includes a healthy age-appropriate independence of parents and a strong appetite to explore and master the environment and joyfully communicate with people. Hence, baby carrying leads not to a clingy and dependent child. It leads to a healthy, independent and securely attached child. For further information, please refer to this article: http://blog.ergobaby.com/2012/01/does-infant-carrying-promote-attachment/

5. Making any sweeping statements about mothers and fathers is always a very dangerous proposition with the potential of attracting the wrath of various feminist and masculinist groups. In Bristol, I referred to a study of low risk, middle class Israeli parents where the researchers found statistically significant differences in parenting styles and oxytocin patterns between mothers and fathers. However, I am sure that there are many exceptions to this general pattern. In some marriages I know of, the mother certainly has a more stimulatory extrovert caregiving repertoire, and the father a more comforting and embracing style. Furthermore, I recently attended an international attachment conference where a unique study was presented: Same sex Israeli parents – in this case males (i.e. the child has two homosexual fathers) – have demonstrated astounding brain plasticity in response to babies crying during the night. Normally, a father co-bedding and co-sleeping with a mother and their baby would not turn on those specific brain parts that were activated in the mother when the baby cried during the night. In the same sex parents – two fathers – these brain circuits would be turned on, so that at least one of the two (male) parents responded at brain level to the crying baby. Hence, one should be careful in believing that caregiving styles are solely and purely a function of our biological gender. And, as you may have caught from my lecture, I am a very big believer in involving fathers in caregiving, both for the sake of the child’s development, but also for the sake of uniquely enriching the fathers with literally life-changing experiences.

6. Up through the history of Ergobaby, the company has paid close attention to the recommendations of the medical experts who have been fundamental in shaping the teachings of German baby carrying schools. I believe Ergobaby is the baby carrying company that is most deeply committed to providing science-based ergonomic solutions to caring for the baby. I work with leading baby carrying consultants in providing in-put to Ergobaby product development in collaboration with our design and marketing team.

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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