En estos días, por diversos motivos, ha surgido este tema con distintas mujeres, en conversaciones con amigas y comadres, y en el curso de Reflexología. Y sale una y otra vez: no nos cuidamos. No paramos para mirar hacia nosotras un poco, ver cómo estamos y si eso está en equilibrio con lo que queremos ser. Y no nos cuidamos en ningún aspecto.

Cosas tan básicas como pasar toda una mañana de pie o sentadas sin cambiar de postura. O no beber un vaso de agua. O no ir al baño en toda una jornada laboral. Cómo hablar de recibir un masaje o un drenaje linfático.

Pero más allá, nos ponemos siempre en el último lugar de la lista: después de los hijos (por supuesto), de la pareja, de la familia, de los amigos, del trabajo… incluso de los vecinos si me apuras (y no necesariamente en este orden). Nuestros hobbys están olvidados, pero preparamos sin queja los bizcochos de todas las reuniones del AMPA. Hace siglos que no nos apuntamos a una actividad que nos guste, pero le hacemos los turnos a una compañera de trabajo para que se pueda ir de puente.

Y queremos enseñarles a nuestros hijos el respeto por sí mismos y por los demás… ¿no es un poco incongruente? Creo que en mi lista de prioridades los primeros han de ser siempre mis hijos, que no pidieron venir sino que están aquí porque nosotros quisimos (pero que cada uno se haga su propia lista). Pero también creo que mis necesidades han de estar en los primeros puestos de mi lista.  Porque si no me cuido yo misma, con lo lejos que está mi madre, ¿quién lo va a hacer?

Así que te comparto mi lista de autocuidados básicos, muchos de ellos son nuevos en mis rutinas, no te voy a engañar, otros llevan más tiempo y ya son imprescindibles. Pero son cosas que no llevan mucho tiempo y que repercuten en mi mejor estado físico y anímico, y por ello benefician a todo mi día, y a los que están a mi alrededor.

  • Estirarme al levantarme. Lo primero que hago nada más despertar es estirarme. Tengo una rutina de unos 15 minutos, para estirar todo el cuerpo y movilizar las articulaciones. No siempre tengo tiempo (o ganas) de hacerla entera, en esos casos, hago la parte del cuello (ya que tengo una cervical algo perjudicada) y estiro el resto de mi cuerpo «a lo bruto», en plan gato;-).
  • Beber agua. Si no tengo una botella a la vista, no me acuerdo, así que intento tener siempre agua a mano. No siempre consigo llegar a los 8 vasos diarios, pero me acerco bastante. Y voy al baño en cuanto tengo ganas (o lo antes posible).
  • Lavarme los dientes después de las comidas.
  • Descansar. Lo ideal, es dormir entre 7 y 9 horas pero yo eso lo reservo para el fin de semana, la verdad es que duermo poco (por épocas también, escucho a mi cuerpo y si voy más cansada duermo más). Lo que sí hago es descansar el cuerpo, por ejemplo, intento cuando trabajo en casa hacerlo con las piernas en alto para compensar las horas que no estoy tumbada.
  • Comer una fruta al día. Comer algo de verdura cruda al día. Como mínimo. Además, intento comer sano, pero lo crudo, sobre todo en invierno, me cuesta más.
  • Ando bastante. No es porque quiera, es que el camino cole-casa-trabajo y sus variantes, cuatro veces al día, lo hago andando. Tendría que hacer algo más «planificado», pero de momento, esto es lo que hago.
  • Dormir con ropa muy muy suelta. Que nada me oprima ni ligeramente. La circulación linfática, que se encarga de recoger toxinas y sacarla fuera del organismo, es muy superficial, y cualquier presión la entorpece. Como de día ya llevo ropa que se ajusta (y normalmente a las zonas críticas, alrededor de la axila, del cuello, de las ingles y bajo vientre, etc.) por la noche intento compensar.
  • Llevo la agenda más o menos al día, e intento no comprometerme con más cosas de las que puedo llevar con mi ritmo normal.
  • No me embarco en proyectos que no me hacen feliz. Si no disfruto haciéndolos, o no es para hacer feliz a alguien que adoro, no lo hago.
  • Reviso mi orden de prioridades y mis proyectos con frecuencia, y compruebo que lo que estoy haciendo se atiene a ellos. Y si no, cambio el rumbo.

La importancia de descansar

Y alguna otra cosa que me gustaría implementar:

  • Masaje. Yo me hago reflexología a mí misma al menos una vez a la semana, pero no es lo mismo. Tengo que recibir más masaje, de todo tipo. Me lo merezco. Lo necesito. 
  • Respiración y/o meditación. Me gustaría aprender a calmar la mente, concentrándome en la respiración.
  • Quiero aprender a hacer ganchillo. Bueno, no, quiero aprender a hacer flores de ganchillo.  Quiero hacerme mantas para el sillón como las que hacía mi abuela. Y hacerme un poncho o una bufanda, que es algo menos ambicioso para empezar :mrgreen:.

Y tú, ¿qué autocuidados básicos tienes?¿los cumples?¿necesitas/quieres más?¿TE CUIDAS?

Las imágenes son del banco de Kisikosas.

Share

contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo