Hoy Lucas está «pocho». Parece que me empuja a escribir este post que lleva tiempo rondándome.

El contacto como manera de lograr y mantener el equilibrio en el cuerpo, ese equilibrio que se traduce como salud.

Pero lo primero que hay que tener en cuenta es que lo normal es dicho equilibrio. Lo normal, es la salud.

Desde el embarazo con tantas pruebas, las revisiones constantes de todo tipo en los dos días de ingreso postparto, las revisiones del niño sano… el mensaje que nos da el mundo es que nuestros peques tienen su salud constantemente amenazada.

Pero la verdad es que no es así.

Lo normal, es la salud. La Naturaleza quiere que todas las especies avancen y, si bien es verdad que a ella el individuo particular le importa poco, el bienestar de una especie pasa por la supervivencia de las crías.

Así que nuestras crías, nuestros bebés, están diseñados para, en las condiciones adecuadas, desarrollarse saludablemente.

¿Y cuáles son las condiciones adecuadas? Pues en resumen, piel con piel primero y contacto después, y lactancia materna. Y si quieres ver la versión extendida, te recomiendo este vídeo:

 

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Así pues, ese es el ideal. Y lo mejor, es acercarse lo máximo posible a dicho ideal y hacerlo lo antes posible. Como nos decían los Bergman en el curso de Kangaroula al que asistí hace un par de semanas, no es tan grave la intervención en sí que hacemos en el embarazo-parto-postparto inmediato siempre que nuestra prioridad sea volver a dicho ideal (piel con piel y lactancia materna) lo antes posible.

Nuestro primer objetivo pues, es mantener al recién nacido la mayor parte del tiempo en piel con piel (y piel con piel es sin ropa bebé, que puede llevar pañal, y adulto).

Después, conforme va creciendo, el bebé sigue esperando contacto durante, al menos, 9 meses más, si no más.

Y aquí entra nuestra primera herramienta poderosísima y mi favorita como te puedes imaginar.

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Porteo para la salud

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Cada vez son más conocidas las ventajas del porteo para el bebé, en gran parte gracias a nuestro trabajo, el de las Asesoras de Porteo, por difundirlo.

Así pues, todas estas ventajas se traducen en cimentar unas sólidas bases para la futura salud de nuestros hijos: el contacto permite el desarrollo óptimo de tu bebé tanto física como intelectual y emocionalmente.

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El porteo para la salud

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Pero el porteo es una gran herramienta también para «curar».

Cuando algo afecta a tu peque, el contacto será la mejor medicina. Vale colechar, vale sentarse con él sentado en el regazo y, por supuesto, vale portear.

En contacto, y si es piel con piel mejor, la termoregulación del adulto ayuda a la termoregulación del pequeño (sin perder de vista que la fiebre es una aliada).

Pero es que en contacto, se libera oxitocina, hormona básica para el buen funcionamiento del sistema inmunitario (bueno, para todos los sistemas en realidad).

Con un nivel óptimo (es decir, alto) de esta hormona nuestro cuerpo funciona mejor. Los órganos y sistemas afectados podrán seguir haciendo sus funciones básicas mientras el sistema inmunológico lucha contra el invasor en perfectas condiciones: con temperatura alta y un buen nivel de oxitocina.

No solo funciona mejor, sino que nuestra percepción acerca de nuestro malestar es más llevadera.

Así pues, si tu peque se enferma, quitaos la ropa y a achucharse mucho. Y si salir es un imperativo, que sea en portabebés.

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Masaje para la salud

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El masaje infantil es otra gran herramienta para proporcionar contacto (y disfrutar con ello) a tus hijos.

Dedicar un tiempo al masaje a tu bebé o niño, tiene múltiples beneficios en diferentes áreas. Como el porteo. Porque sus beneficios vienen del mismo sitio: del contacto.

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El masaje para la salud

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Pero al igual que con el porteo, puedes usar el masaje como herramienta curativa.

El masaje en sí es curativo porque se segrega muchísima oxitocina (y ya te he contado lo importante de la oxitocina para que el cuerpo pueda recobrarse rápidamente).

Pero conocer pases concretos de masaje (sin despreciar el masaje intuitivo y libre) te puede ayudar a proporcionar confort a tu peque: conocer los pases de la cara te ayudará con las molestias de la salida de los dientes o a despejar unos senos y nariz cargados de mocos. Conocer los pases de la zona abdominal será de gran utilidad ante un episodio de estreñimiento o gases. Conocer los de las piernas puede significar la diferencia entre aliviar un dolor de crecimiento o no.

Por no hablar de lo agradable que puede ser un masaje cariñoso cuando nos encontramos mal.

 

Reflexología para la salud

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Desde luego, si hay algo que transforma tus manos en el botiquín más completo es la reflexología.

No importa qué sea lo que pase, la reflexología tiene una solución. Es verdad que requiere cierto aprendizaje, pero las ventajas son tantísimas…

El pie no se diseñó pensando en que íbamos a llevar zapatos e íbamos a andar por asfalto. El pie se diseñó para andar descalzo por la Naturaleza.

¿No te parece maravilloso? Traemos un sistema de autocuración y prevención de serie.

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La reflexología para la salud

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La reflexología tiene mucho de técnica, pero también de intuición. Desde los primeros rudimentos que aprendas, será muy efectiva.

Especialmente con niños pequeños, mucho más «limpios» que nosotros, que llevamos muchos más años viviendo entre contaminación, productos de síntesis química, alimentos procesados…

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Personalmente, lo «arreglo» todo con contacto, paciencia (y arcilla). Es cierto que no nos hemos enfrentado a nada grave (o al menos que yo haya percibido como grave).

Darle tiempo al cuerpo es también importante. Asumir que cada proceso lleva su tiempo y que permitirle al cuerpo tomarse ese tiempo va a fortalecer el sistema inmunitario. Sin efectos secundarios.

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Confía en el poder curativo del tacto.

(Y visita esta imagen que he subido en Instagram hace un par de horas, para que veas que el contacto tiene muchos beneficios ocultos a largo plazo ;-))

 

contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo