Hoy toca un truco con la mochila: pasar al bebé a la espalda con facilidad. Con mucha facilidad. Y de una manera muy segura.
Siempre decimos que cuando el bebé es grande y no ves bien lo que pasa a tus pies, es momento de llevarle a la cadera o a la espalda.
Y que un bebé sea grande no quiere decir necesariamente que sea mayor.
No todos tienen la motricidad necesaria como para que te sientas segura al ponerle a la espalda. O igual sí, pero quieres/necesitas estar aún más segura.
Si tu portabebés es una mochila, espera a que sostenga la cabeza para pasarle a la espalda. Y por supuesto, asegúrate de que la mochila está adaptada a tu bebé*.
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¿Te lo imaginabas tan sencillo?
Pues ahora a disfrutar de tu mochila a la espalda. Y comparte, para que puedan disfrutar más familias 😉
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*No he probado este sistema con un bebé que necesite reductor, y no creo que sea necesario ya que los bebés que necesitan reductor son muy pequeños y van bien delante. Si necesitas portear detrás a un bebé tan pequeño, te recomiendo un fular. En mi canal de Youtube tienes toda una serie de vídeos de porteo de recién nacido con fulares rígidos y elásticos.