Hoy hace cinco años que nos vimos las caras por primera vez, esa mirada profunda, intensa… arrebatadora.
Hoy hace cinco años, que empezaste a poner mi vida patas arriba. Aún sigues en ello, y te lo agradezco. Me miro hace cinco años, hace tres meses, hace dos días, y me reconozco mejor persona gracias a tu compañía.
Cinco años en los que estoy haciendo el viaje más intenso que nunca pude imaginar: hacia mí misma, conociéndome mejor, iluminando mis sombras y apreciando mis virtudes, aprendiendo a quererme. Hacia ti, y gracias a ti hacia tu hermano, acercándome cada día un poquito más a la madre que os merecéis, y aceptándome cuando no lo consigo, gracias a tu Amor. Hacia los demás: me haces mejor persona y me has descubierto una vocación que no conocía.
Cinco años muy intensos, y el nivel no baja . Al contrario. Prometo esforzarme por estar a la altura.
Gracias Marcos, por elegirme, por elegirnos. Por todo lo que aprendo cada día contigo, y por lo que aprendo gracias a ti. Por quererme sin reparos, sin excusas, sin medida, sin condiciones. Por acompañarme en este viaje. Por tus abrazos, tus risas y sonrisas, y por tus lágrimas y rabietas. Por aceptar mis caricias y regalarme las tuyas.
Y hoy mucha gente te felicitará por tus cinco años, pero las felicidades son para mí (también).