El lunes 21 de marzo nació Jorge. En la semana 42 + 1.

Y fue un parto inducido (del que os hablaré en otro post).

Así que, aunque fue un buen parto, estupendo diría yo, no puedo denominarlo un «parto natural» y tampoco siento que mi recuperación postparto esté siendo igual que en otras ocasiones en que sí tuve un parto natural.

Es verdad que, físicamente, ha sido con diferencia mi peor embarazo. Que la edad no perdona. Y que los días en neonatos, en esa silla infernal, han pasado factura (también os contaré de esto en otro post).

Vaya, que no creo que pueda culpar de mi «cuerpo-escombro» a la inducción en exclusiva, pero desde luego, creo que tiene mucho que ver.

En cualquier caso, da igual por qué, la cuestión es que estos días me siento mucho menos capaz (físicamente hablando) que en mis anteriores postpartos.

Y esto me ha hecho reflexionar sobre una pregunta que surge mucho en las asesorías de porteo y en el grupo de Red Canguro en Facebook:

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¿Cuándo puedo portear tras una cesárea? Desde luego, es una pregunta importante que toda mujer que haya sufrido una debería hacerse si piensa portear, está claro.

Pero no deberían ser solo ellas las que se la hagan. Cualquier mujer que haya tenido un parto instrumentalizado o intervenido (inducción, forceps, episiotomía, etc.) debería plantearse:

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¿Cuándo puedo portear tras parir?

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Ilustración Por BruceBlaus. Blausen.com staff. "Blausen gallery 2014". Wikiversity Journal of Medicine. DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 20018762. (Trabajo propio) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)]

Ilustración Por BruceBlaus. Blausen.com staff. «Blausen gallery 2014». Wikiversity Journal of Medicine. DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 20018762. (Trabajo propio) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)]

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Normalmente, la recomendación que más se escucha en estos casos es «escucha a tu cuerpo». Lamentablemente, no siempre es una buena idea. Tenemos una forma de vida (ritmo, estrés, malas posturas…) que acalla bastante nuestras sensaciones físicas.

Pasamos muchísimo tiempo sentados y nuestro cuerpo no está preparado para ello. El suelo pélvico sufre especialmente con tanto tiempo de «aplastamiento» (puedes comprobar el esfuerzo que sufre si colocas tu mano entre la silla y tú y te estás un rato sentada sobre tu mano). Así, tenemos «acallado» al suelo pélvico a base de maltratarlo. Lo mismo nos pasa con otras estructuras corporales.

Todo el peso de la posición y movimiento del cuerpo recae en la vasija que forman el suelo pélvico y la faja abdominal (otra gran maltratada), lo que en Pilates llaman «core». Dicha vasija es el núcleo de nuestra postura, de cómo nos movemos y, dado que además se encarga de mantener órganos y vísceras en su sitio funcionando bien, de nuestra salud en general.

Y, casualmente, suelo pélvico y faja abdominal están muy implicadas en el embarazo y parto. Si, además, el parto es instrumental o intervenido, son las estructuras que más sufren dichas intervenciones.

Así que tenemos unas estructuras maltratadas y acalladas y sometidas a un gran esfuerzo constante que en los últimos meses de embarazo se han visto sometidas a un peso extra. Y llega el parto y añadimos otro «sobre-esfuerzo» más. Y esperamos que, tras esa agresión extra, estén disponibles para que nosotras podamos portear a nuestros bollitos.

Probablemente no lo estén. Y probablemente ni siquiera estén preparadas para avisarte de que no lo están. Entonces, volviendo a la pregunta original, si no puedo confiar en lo que mi cuerpo me dice, ¿Cuándo puedo portear?

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¿Hay un periodo de tiempo recomendable?

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Ese es otro error, pensar que hay un periodo de tiempo concreto y estándar que respetar y luego podremos portear sin problema. Cada cuerpo es un mundo, con diferentes condiciones según cómo haya sido tu vida hasta ese momento: trabajo sedentario o no, ejercicio (y cuál), predisposición genética, alimentación… Y cada parto y embarazo también son diferentes.

Por todo ello, dar un periodo de tiempo en plan «quince días» tampoco nos sirve.

Una cesárea, por ejemplo, es una cirugía abdominal mayor en la que se: corta la piel, separa la grasa, se corta una capa que mantiene los músculos e intestinos sujetos (la aponeurosis), se separan los músculos, se desgarra el peritoneo, se corta el útero y luego se vuelve a cerrar todo. Para que todas las capas vuelvan a estar como antes de la cesárea puede pasar incluso un año (sin necesidad de que haya habido complicaciones).

En una episiotomía se corta piel y musculatura. En una inducción la oxitocina sintética somete a los músculos a un trabajo constante sin descanso (diferente al que genera la oxitocina endógena), etc.

Es decir, todas las intervenciones necesitan un tiempo de recuperación para el cuerpo que será variable según la intervención, la «intensidad» de la misma, y la persona en sí.

¿Entonces?

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¿No porteamos si hemos tenido un parto intervenido?

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Portear tras parir

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Pues no, claro que no. Vamos a poder portear desde (casi) el principio. Pero con respeto por nuestro cuerpo, que nos tiene que durar muchos años.

Piensa que, de porteo, tienes por delante dos o tres años como mucho, pero de crianza serán muchos más. Y de vida. Necesitamos que el suelo pélvico y la faja abdominal llegue a nuestra vejez en las mejores condiciones posibles.

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Para empezar, el primer paso, en mi opinión, es asegurarte del estado de tu suelo pélvico. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, ni tu ginecólogo ni tu matrona valorarán adecuadamente tu suelo pélvico (y mucho menos el estado de la faja abdominal).

El profesional que conoce el suelo pélvico y, por tanto, es el adecuado para hacer esta primera valoración, es el fisioterapeuta especializado en suelo pélvico.

Así, una vez que la cicatriz de la cesárea (en ese caso) esté bien según el profesional de la salud que lleve tu recuperación, mi consejo es que vayas a ver a un fisioterapeuta de suelo pélvico. Y si tu parto ha sido instrumental, aunque no cesárea (fórceps, episiotomía, etc.), deberías ir al fisio lo antes posible.

Y con la valoración de tu suelo pélvico y de tu faja abdominal, visita a tu Asesora de porteo para encontrar la manera más adecuada de portear para ti.

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Y si, mientras tanto, necesitas portear, puedes tener en cuenta estas

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Recomendaciones GENERALES:

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  • El porteo a la cadera carga menos el suelo pélvico y faja abdominal que el porteo centrado (delante o detrás).
  • Hay que intentar que el porteo cargue el suelo pélvico y faja abdominal lo menos posible, es decir, tenemos que intentar un Porteo NO hiperpresivo®, eso implica, en muy resumidas cuentas, que has de evitar rodear tu cintura con el portabebés.

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Con estas dos recomendaciones presentes, las opciones más seguras para portear tras un parto instrumental o cesárea serían:

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Y, por favor, no dejes de visitar al fisioterapeuta, portees o no, si has tenido un parto instrumental o, tras un parto natural (de verdad), notas que algo no va como debería. O, simplemente, para quedarte tranquila.

El suelo pélvico y la faja abdominal son fundamentales para una buena salud, para prevenir pérdidas en el futuro, para tu higiene postural… para toda la vida.

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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