Vivir en un país tropical, es un poco caótico en lo que a aguaceros se refiere.

Por estos lares, como solemos decir, no llueve «normal».

Llueve para arriba, para abajo, hacia todas direcciones menos «la que debe ser». Y pueden sonar truenos y relámpagos, mientras un sol descarado hace que nos cocinemos al vapor.

Si a eso sumamos el inconveniente de estar rodeada de ríos, manantiales que desbordan y todo tipo de aguas que afluyen (algunas no tan limpias), podemos concluir que todo resulta en una experiencia muy «húmeda».

Portear en tales condiciones… no miento, es bastante engorroso. Al menos al principio. Y según qué portabebés uses.

Y es que a veces me encantaría estar tarareándole canciones a mi monita, bajo un tipo de lluvia más monótona, predecible y ordenada, con un paraguas mono y un impermeable a juego, mientras mis pies permanecen secos dentro de un par de zapatos hechos para ello.

Pero en un país tropical, simplemente es casi imposible preparar logística conforme al día. De hecho, suelo bromear con que los predictores del clima juegan al «tin marín» a ver si aciertan con el tiempo.

A lo que vamos.

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Mis portabebés favoritos para portear cuando llueve.

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Nuestro portabebés por defecto los días de lluvia, suele ser la mochila. Delante o a la espalda, según la necesidad.

La ausencia de tela que arrastre, la presencia de capota (capucha), lo cual se agradece mucho sobre todo con niños grandes, la rapidez de colocación, e incluso (dependiendo de la marca y el material) ciertas características de semi-impermeabilidad, me hacen elegirla como primera opción en días de agua y trote.

Sin embargo, la presencia de abrigos, impermeables, ponchos (un cómodo abrigo de porteo sería demasiado caluroso en un clima como este) y los cachivaches que solemos sacar cuando decidimos que harán falta, junto con el bulto que suele hacer una mochila en torno a la cintura… pues es algo bastante fastidioso y acalorado.

Sobre todo si hay que moverse dentro de aglomeraciones de personas.

En este caso, si los niños llevan sus propios abrigos y quieren caminar y jugar en los charcos, prefiero la bandolera.

Fresca, sencilla y cómoda de ajustar con una mano mientras sostienes el paraguas con la otra.

Y no casi ocupa espacio. Además la puedes usar de chal en caso de que una brisa fría te coja desprevenida.

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Paño de porteo

El paño africano también es una opción agradable. Seca rápidamente tendido al sol y es muy ligero, fresco y fácil de transportar como portabebés auxiliar.

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¿Y el fular? pues es una opción que prefiero dejar para los bebés más pequeñitos.

Preferiblemente fulares tejidos. Y cortos o medianos. Y con algún nudo semi-preanudado que no tengas que deshacer por completo a la hora de sacar o meter al peque de manera que no tengas que arrastrar tela por los charcos.

Y sobre todo, muy importante, olvídate de fibras como el cáñamo, puesto que absorben la humedad del ambiente como una esponja y el fular se torna «gordo» y muy difícil de ajustar y amarrar. Además, da la sensación de llevar ropa mojada.

Los fulares elásticos, tampoco suelen dar problema. Aunque suelen dar mucho calor. Y absorben un poco más de humedad que un fular con lino o gasa, por ejemplo.

En cuanto a fulares con lana, aunque no he usado por ser alérgica, tengo entendido que repelen el agua y los chispoteos, divinamente.

A continuación te dejo algunos nudos del reto 30 días 30 nudos, que te podrían servir mucho para portear un día lluvioso y caluroso a la vez:

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Nudos adecuados para portear con lluvia

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  • Media cruz envolvente: Hacen posible su reajuste sobre la marcha con un nudo corredizo o unas anillas.

Día 2.- Media cruz envolvente #30dias30nudos

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  • Cruz simple: Con mi complexión no es uno de mis favoritos, pero con fulares cortos es un buen comodín. Y también tiene características de preanudado.

Día 4.- Cruz simple #30dias30nudos

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  • Anudado al torso: Otro nudo sencillo, fresco y no hace bulto en los hombros.

Día 6.- Anudado al torso #30dias30nudos

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  • Canguro a la espalda: Uno de los nudos «rey» para portear a la espalda con prisa, fular que no arrastre y permite dejar al peque a una altura convenientemente cómoda para usar paraguas. Para fulares finos o peques más pesados tienes variantes fenomenales con refuerzo de una o dos capas.

Día 16.- Canguro detrás #30dias30nudos

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Como ves, me he decantado por nudos sencillos, con fulares cortos y facilidad de reajuste sobre la marcha, aunque igual: todo no termina aquí.

Si por ejemplo consultas todos los nudos del reto tienes muchísimos nudos y terminaciones para escoger lo que mejor te vaya, incluso usando fulares largos. Sólo es cuestión de experimentar y tener en cuenta factores tales como edad de tu peque, temperamento, peso y trayecto a recorrer porteando.

Y aunque este post habla del porteo en los días torrenciales al otro lado del charco, igualmente es aplicable a un día lluvioso cualquiera en otras latitudes, la diferencia es que tal vez tendrás oportunidad de preparar el abrigo y la logística 😉

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¿Cómo porteas tú cuando llueve, o diluvia?

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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Asesora,

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