Cuando empezamos a portear, tendemos a consultar qué portabebés es “mejor” para nuestro bebé según su edad:  recién nacido, 6 meses, 1 año… Y solemos pensar que el peso también es importante.

Sin embargo, sin descartar el tamaño del bebé, el factor determinante (en lo que a la fisiología del bebé se refiere) es el nivel de desarrollo del mismo, desde luego mucho más que la edad por sí misma.

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Vamos a ver cómo afecta el nivel de desarrollo al porteo y, por tanto, cómo elegir portabebés según el nivel de desarrollo de tu peque.

 

Recién nacido.

El bebé no sostiene la cabeza y su posición natural es totalmente cerrada, similar a la posición fetal: las piernas replegadas sobre el cuerpo, los brazos preferentemente flexionados y pegados al tronco y los puños, cerrados, cerca de la cara. La espalda redondeada hacia delante.

En este momento, el portabebés ha de darle un apoyo punto por punto a toda la espalda, ya que el bebé no tiene tono muscular como para mantenerla por sus propios medios.

Así, el portabebés ha de darle sostén desde el coxis (zona inferior de la espalda) hasta las cervicales respetando esa posición redondeada que tiene la espalda del bebé.

Para que la espalda se redondee naturalmente, la cadera ha de estar basculada (en retroversión), de modo que el bebé no apoye su pubis totalmente contra nuestro cuerpo, sino que el punto de apoyo en esa zona sea más “pequeño” y situado entre el pubis y el suelo pélvico.

Esta es, sin lugar a dudas, la posición fisiológica del bebé que hace que redondee la espalda y flexione las piernas y esta es, sin lugar a dudas, la posición que el portabebés ha de respetar y sostener.

Para mantener las piernas flexionadas, el portabebés ha de dar apoyo a los muslos también, hasta las rodillas, de modo que el peso del bebé no recaiga sobre sus muslos o rodillas, sino sobre el portabebés.

Así también, la cadera estará en la posición óptima para un desarrollo saludable.

(No te recomiendo meter las piernas por dentro del portabebés, ya que de esa manera es muy difícil garantizar que el peso recae efectivamente en el portabebés y no en las rodillas, pantorrillas y-o tobillos-pies).

 

Apoyo punto por punto

 

Teniendo todo esto en cuenta, los portabebés óptimos serían el fular, el fular elástico, la bandolera y la mochila emeibaby. Siempre, claro está, usándolos correctamente y eligiendo anudados adecuados en el caso del fular.

Otras opciones que, aún respetando la posición del bebé no dan apoyo punto por punto sino que en algunas zonas hay más sostén que en otras, serían los mei tai evolutivos bien adaptados al tamaño de tu bebé o mochilas evolutivas ajustadas adecuadamente. Y por supuesto, portabebés híbridos que sean adecuados para recién nacidos, como la Caboo.

En cualquier caso, no es necesario inmovilizar la cabeza del bebé contra nuestro cuerpo (salvo cuando va dormido). La posición adecuada junto con la tensión correcta hacen que el bebé, cuando está relajado, apoye la cabeza contra tu cuerpo.

Pero con la cabeza libre, podrá levantarla cuando desee de modo que irá ejercitando el control cefálico desde el portabebés mientras empieza a atender a los estímulos que le puedan resultar interesantes.

 

Control del tronco superior, cabeza y brazos.

Conforme el bebé va creciendo, adquiere, en primer lugar, el control de la cabeza. Después, el control del tronco superior y brazos, de modo que empieza a demostrar interés por coger cosas y manejar las manos.

En esta etapa el portabebés ha de dar soporte a todas la parte de la espalda que aún no tiene control muscular autónomo por parte del bebé, lo que se traduce en que el portabebés deberá de darle sostén hasta debajo de las axilas aproximadamente.

Así, las opciones mencionadas en el punto anterior siguen siendo las adecuadas, teniendo en cuenta que nuestro bebé puede demandar sacar los brazos por fuera y por supuesto, podemos y debemos dejar que lo haga para que siga ejercitando la motricidad gruesa mientras es porteado.

La cabeza necesitará sostén cuando el bebé se duerma especialmente si porteamos a la espalda para mantener nuestra autonomía de movimiento sin estar pendiente de sostener la cabeza.

 

Brazos por fuera

 

Bebé que se sienta solo.

Una vez que el bebé se sienta solo (con equilibrio y firmeza por sí mismo, sin ayuda de respaldos, cojines, etc.) el desarrollo de la espalda está completo a falta de la zona inferior y cadera.

Por eso, el abanico de portabebés que puedes usar es total. Ya no hace falta sostener la posición redondeada de la espalda, tan solo la cadera basculada para proteger la zona que está aún completando su desarrollo.

Puedes usar fular, fular elástico, bandolera, mei tai y mochilas (tanto de panel ajustable como fijo).

La principal precaución que deberemos tener es que la tela del portabebés llegue hasta las rodillas del bebé de modo que se mantengan más altas que el culo, garantizando que el peso del bebé recae, principalmente, en el trasero y en el propio portabebés, y que está sentado y no colgado.

El sostén de la cabeza sigue siendo necesario cuando el bebé se duerme.

 

Bebé que anda, corre, trepa…

Una vez que el bebé ha conquistado su movilidad total podemos decir que el desarrollo de su espalda y caderas, si bien no está terminado totalmente, ha concluido su etapa más decisiva.

Por eso, no necesitamos que el portabebés sostenga ninguna posición fisiológica correspondiente a esta edad puesto que el propio cuerpo tiene ya sus mecanismos para mantener una posición saludable.

Sin embargo, seguimos recomendando que las rodillas vayan más altas que el culo durante todo el tiempo de porteo por comodidad, tanto del bebé como del adulto.

Las rodillas más altas que el culo garantizan que el bebé va, como decíamos, sentado y no colgado, por lo que no habrá puntos de presión en su cuerpo que puedan provocar que se le duerman las extremidades y vaya incómodo.

Por parte del adulto, que las rodillas vayan más altas que el culo permiten que las piernas del bebé rodeen su cuerpo de modo que el peso del bebé va mejor repartido en el cuerpo del adulto, resultando más confortable llevar el peso y más sencillo moverse y mantener el equilibrio.

El sostén de la cabeza sigue siendo necesario cuando el bebé se duerme.

En este punto, y dependiendo del tamaño del bebé, el fular y la bandolera seguirán siendo útiles y adecuadas (estamos teniendo en cuenta el punto de vista del nivel de desarrollo del bebé nada más), pero en el caso de mei tais y mochilas puede que necesitemos ir a modelos toddler.

 

Portear a los grandes

 

En cualquier caso, y como siempre te digo, la mejor manera de elegir el mejor portabebés para vuestro caso en particular es con la ayuda de un-a Asesor-a de porteo.

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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